La adicción al dulce o esa sensación de "el cuerpo me pide algo dulce" se suele producir por diversas causas: estrés, aburrimiento, falta de sueño, sed y cambios hormonales.

Debido a estas causas, se genera un círculo vicioso en el que tomamos algo dulce (alimentos o bebidas azucaradas o edulcoradas) y se genera una sensación de recompensa y felicidad en nuestro cerebro. Entonces se produce una dependencia al azúcar, sobre todo, en momentos de mayor estrés o aburrimiento en los que el cerebro busca la sensación de recompensa para sentirse mejor.

Cuanto más dulzor posee el alimento que tomamos, más adicción genera.

¡Rompe este círculo! Al disminuir las tomas de alimentos dulces, disminuyes la adicción y la sensación ficticia de necesidad que genera. Se requiere de meses para mejorar esta adicción. En el siguiente apartado hay diversos consejos que te pueden ayudar a superarla.